

Declarado Bien de Interés Cultural, el edificio fue construido en 1916 por el Barrón de Quito, desempeñando la función de satisfacer la demanda cultural de la burguesía (zarzuela, teatro, espectáculos…). Posteriormente, también pasaría a ser sala de cine. En 1972, el interior del edificio se sometió a una reforma para ampliar el patio de butacas a costa de sacrificar unas bellas plateas.







